Uñas largas y sanas

Foto: cortesía de © Redbaron | Dreamstime.com

Una parte importante del cuidado personal (con frecuencia descuidado) es el cuidado de las uñas. Se dice que puede saberse mucho de una persona por sus uñas. ¿Por qué no mantenerlas sanas y bellas? Además de ayudarnos en tareas indispensables, nos permiten mantener una buena imagen. Aquí algunos consejos para mantener unas uñas saludables:

Las uñas se encuentran expuestas continuamente a elementos que las dañan, como es el caso del agua, detergentes y jabones. Estas sustancias las debilitan y hacen que se escamen, por lo que es una buena idea limitar su uso o usar guantes de protección. Quizá lavarnos las manos 20 veces al día no sea tan buena idea después de todo.

Cuando usemos cremas para manos, ¡no nos olvidemos de cubrir también las uñas! Ellas también necesitan hidratación.

Para retirar las molestas e indeseables cutículas, podemos tomar un palito de naranjo y empujarlas hacia atrás después de tomar un baño caliente (de este modo se suavizarán). Podemos usar un aceite de almendras o de oliva para suavizarlas aún más. Importante: usemos nuestros propios productos para el cuidado de las uñas, pues compartirlos o tomar los de alguien más puede provocar infecciones.

En cuanto a la alimentación, es importante que llevemos una dieta rica en vitaminas y minerales. Debemos consumir calcio, yodo, cinc y hierro, contenidos en lácteos, espinacas, legumbres, sésamo y algas. Entre las vitaminas más beneficiosas para las uñas están las del grupo B, que se encuentran en la levadura de cerveza, carnes y pescados y en legumbres y cereales integrales. También es necesaria la vitamina A, abundante en forma de beta-caroteno en la zanahoria, la calabaza, el tomate y el pimiento rojo. Estos nutrientes también nos permitirán tener un cabello bello y saludable.

Por último, hay que invertir el tiempo necesario en el embellecimiento de nuestras uñas. Tratemos de mantenerlas pintadas y arregladas; además de mejorar nuestro aspecto, el esmalte las protege. También podemos aplicar un tratamiento fortalecedor sin formaldehído. A la hora de quitar el esmalte, prefiramos los removedores de esmalte sin acetona. Ahora, ¡a mostrarlas sin pena!

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