La caducidad de los cosméticos
Muchas no nos damos cuenta, a algunas ni siquiera nos interesamos por ello: podemos utilizar el mismo labial o rubor durante muchos meses sin saber que también tiene fecha de caducidad. Así es, el maquillaje también deja de ser utilizable después de un cierto tiempo. Un polvo caduco podría sacarnos granitos o no funcionar igual.
Pero, ¿cómo podemos conocer la fecha de caducidad de un cosmético? A partir del 2005, todos los productos cosméticos deben tener impreso un número y una letra, que indican el número de meses de vida que tiene. Por ejemplo: si una crema dice “9M”, quiere decir que debe utilizarse antes de 9 meses. Se trata de una forma bastante práctica de saber si el producto que estamos utilizando aún está en buenas condiciones o si ya es tiempo de cambiarlo.
Es importante que llevemos la cuenta de cuándo compramos nuestros cosméticos. Los productos viejos, sobre todo los que contienen componentes susceptibles de degradarse al entrar en contacto con el medio ambiente, pueden perder eficacia con el tiempo o contaminarse y producir reacciones adversas en el consumidor como reacciones alérgicas no muy graves.
Si perdiste la cuenta de cuándo compraste cierto producto, puedes revisarlo y tratar de detectar lo siguiente: a) que tenga buen olor y b) que la textura sea uniforme (que no se separen crema y líquido).
El cosmético más frágil es la máscara de pestañas. Ésta debe reemplazarse cada seis meses. Al estar en contacto directo con los ojos, puede provocar conjuntivitis si llega a contaminarse. Los protectores solares, por su parte, tienen una duración aproximada de un año. Después de este tiempo, pueden degradarse y perder eficacia. Las bases de maquillaje duran en buen estado alrededor de 12 meses; es fácil detectar cuando las líquidas ya no funcionan, pues se separan los pigmentos y el aceite.
El resto de los cosméticos habituales ¬–lápices delineadores, polvos sueltos, sombras de ojos, rubor- tienen una duración de alrededor de dos años. Entre más aceites contengan, menor será su duración.
Para alargar la vida de un cosmético, se recomienda guardarlos dejos de las fuentes directas de luz y calor y mantenerlos en sitios frescos.
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