Obtén uñas ¡de sandía!
En épocas calurosas se ponen de moda las uñas en colores llamativos, como rosa, verde, azul o amarillo… lo importante es que resalten y que vayan a tono con la alegría que proporciona el buen ambiente. Para las más aventadas, hay muchas formas de pintar las uñas que son bastante originales y pueden hacerse en casa, como las uñas tipo sandía, una divertidísima idea que hará que todo mundo repare en nuestras manos.
Este manicure puede realizarse tanto en manos como en pies. Necesitaremos un esmalte color negro y verde oscuro, uno rosa, otro blanco y otro transparente simplemente para dar brillo. También usaremos unas tiras adhesivas especiales que se usan para hacer el manicure francés y se venden en tiendas de productos de belleza.
Primero debemos limpiar nuestras manos de cualquier esmalte anterior para que el nuevo se adhiera sin problemas. Tomaremos el esmalte rosa y daremos una capa bien extendida en nuestras uñas, de manera que no queden huecos. Esta capa será la parte comestible de la sandía, la pulpa. Para dibujar la base de la sandía, tomamos el pintauñas blanco (el de manicure francés) y pegamos una tira adhesiva sobre el esmalte rosa ya seco. Debemos tener mucho cuidado de que el esmalte rosa ya esté seco, pues de lo contrario estropearemos todo el manicure.
Pegamos la tira tal y como si fuéramos a hacernos el manicure francés. Pintamos las puntas de las uñas de blanco y quitamos la tira de inmediato. Repetimos el proceso en todas las uñas. Para dibujar la corteza, tomamos el esmalte verde y pintamos una franja bastante estrecha en la punta de la uña, dejando parte de la franja blanca. El orden de los colores deberá quedar así: rosa en la base, blanco casi en la punta y verde en la mera punta. Los tres colores tienen que distinguirse.
Por último, para dibujar las pepitas, utilizamos un esmalte negro de punta fina o un simple rotulador negro permanente. Podemos pintar tres pepitas en diagonal o como más nos guste; podemos dibujar cuantas se nos antojen. ¡Nuestras uñas están listas! Y aunque se vean deliciosas, tendremos que controlar nuestros antojos para no comérnoslas.