Dependencia emocional
Una falta de reconocimiento, una atención y un amor insuficientes desde la más pequeña infancia pueden conducir a la edad adulta a ciertas carencias que habrá que forzosamente colmar un día u otro. ¿Tenéis permanentemente la necesidad de sentiros apoyados, reconocidos, amados por vuestra pareja y vuestros amigos? ¿El miedo al abandono y a la separación regenta vuestra vida? Estos son los síntomas de la dependencia emocional.
Una dependencia relacionada con el sufrimiento
Una persona que sufre dependencia emocional se valora difícilmente en su justa medida. Lo que siempre se ha considerado como una simple falta de confianza en uno mismo puede convertirse en un signo de dependencia emocional. ¿Tenéis dificultad para soportaros y vivir a solas? Entonces sufrís probablemente complejos de inferioridad que os amargan la vida.
De hecho, nunca llegáis a tomar decisiones a solas y preferís que el entorno tome las responsabilidades en vuestro lugar. La razón es que pensáis que algún día estaréis solos, abandonados por el mundo exterior, entonces os agarráis a vuestros amigos y familiares más cercanos. Pero no temáis, esto no llegara nunca.
Para esconder el malestar, algunas personas se esconden detrás de comportamientos como la agresividad, o la cólera. Pero detrás de su caparazón, no se pueden impedir gritar su pena en el interior de ellas mismas. Un modo de vida así provoca mucho sufrimiento, y además no es la correcta solución.
La adicción amorosa
Una persona puede ser dependiente de sus amigos, pero también de su pareja. ¿Vivís a través de la persona que comparte vuestra vida? ¿El único miedo que tenéis es que os pueda dejar? ¿Estáis dispuestos a todo para mantener a esta persona cerca de vosotros el resto de vuestros días?. Esto no es amor, es adicción.
Ya no se vive más que para y por la pareja. Tan sólo deseáis una cosa, formar un ser en una sola y única persona. Ciertamente es una bonita visión de las cosas, pero también muy peligrosa.