La convivencia con gatos podría perjudicar a las embarazadas
Aunque en principio todos queremos a estos pequeños animalitos, hay ocasiones en las que pueden ser más perjudiciales de lo que pensamos. Los gatos suelen causar varios tipos de alergias a mucha gente, ya sea por su pelo, por algún tipo de bacteria que nos puedan contagiar… El caso es que muchos han aprendido a vivir con este «peligro», porque no supone mucho más que tomarse, en el peor de los casos, un antiestamínico para sobrellevar la alergia. Pero en otras ocasiones, la convivencia con los gatos puede resultar más peligrosa.
Hablamos, por ejemplo, de las mujeres embarazadas, a las que no se les recomienda vivir con estos animales. Los gatos pueden contagiarnos una enfermedad llamada toxoplasmosis, que puede resultar muy peligrosa en el caso de las embarazadas, llegando incluso a producirles abortos o daños irreversibles al bebe, en muchos casos ceguera. La advertencia la lanza Guillermo Velázquez Sámano, jefe del Servicio de Alergia e Inmunología Clínica del Hospital General de México, que ya ha tenido varios casos de este tipo en su hospital, y se ha dado cuenta del riesgo que corren muchas embarazadas, sin saberlo.
Otro de los riesgos más evidentes es que la toxoplasmosis no produce síntomas en la mujer embarazada, por lo que podría estar ya contagiada y seguir sin saberlo. Es por ello que insta a todas las mujeres encintas que tengan contacto con gatos a intentar evitarlo todo lo posible y a acudir al especialista para revisar su estado de salud, y el de su feto.
Se recomienda encarecidamente a estas mujeres no tener contacto alguno con los gatos durante su etapa de gestación, puesto que estarían muy expuestas a la enfermedad, y de contagiarse, no habría modo de curarla sin dañar al bebe, ya que no se podrían utilizar vacunas ni medicinas para acabar con la enfermedad. Es por eso que toda precaución es poca cuando una mujer está embarazada.