Test de palas de padel

foto pala de padel

El pádel es un deporte que ha ido ganando mucha popularidad en los últimos años. Cada vez son más el número de personas que se animan a probar este deporte ya que es un ejercicio muy bueno para mantenernos en forma. Además el pádel no exige demasiada equipación; para comenzar unicamente necesitamos hacernos con una pala.

Lo más habitual es que al iniciarnos en el deporte utilicemos cualquier material, muchas veces incluso prestado, pero a medida que vamos “enganchándonos” al pádel seguramente queramos invertir algo de dinero en adquirir un material de calidad. A la hora de escoger nuestra pala de pádel perfecta hay varios detalles a tener en cuenta. A continuación los analizamos uno a uno para ayudarte en tu decisión.

  • Forma y balance de la pala: la forma es uno de los elementos más importantes de nuestra elección. Existen tres formas de palas de padel: diamante, lágrima y redonda. La primera, la pala de diamante, tiene el punto de equilibrio bastante alto lo que influye en que se consiga una mayor inercia en el golpe.

    Sin embargo es una pala bastante difícil de controlar. Se trata de una pala perfecta para los jugadores con un buen nivel que pueden controlarla y conseguir más potencia en sus golpes. La forma redonda es el caso contrario. Presenta un punto de balance mucho más bajo por lo que es más manejable. Es perfecta para las personas que se inician en el deporte, pues su manejo es más simple. La forma de lágrima es la opción intermedia entre los modelos ya mencionados.

  • Peso: como puedes imaginarte el abanico de opciones en este punto es enorme. Una pala más liviana permite realizar movimientos más rápidos, mientras que una más pesada ofrece mayor potencia. No existe un peso mejor que otro y la elección depende de los deseos y necesidades específicas de los jugadores.
  • Dureza: encontramos palas de pádel con una superficie muy blanda y otras con la superficie más dura. La superficie landa te permitirá tener mayor potencia pero, de nuevo, te restará precisión y posibilidad de maniobras. Por contra, una superficie dura te restará potencia pero te permitirá tener más control.

Si eres un jugador con suficiente potencia y resistencia muscular seguramente te convenga más una pala de superficie dura ya que no necesitas potencia extra, mientras que si la potencia es tu punto débil deberías decidirte por adquirir una de superficie blanda. Otro detalle que tienes que tener en cuenta es que las de superficie blanda se desgastan primero y hay que cambiarlas con mayor asiduidad.

Foto: Nemo, Pixabay

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