Alimentos “saludables” que no lo son
No todo lo que se anuncia como saludable realmente lo es. Muchos productos dietéticos contienen ingredientes que a largo plazo se acumulan en el cuerpo y pueden causar daños profundos.
Algunos ejemplos:
Sustitutos de azúcar sintéticos. Los edulcorantes permiten reducir calorías, pero se ha demostrado que son dañinos. La sacarina, utilizada en refrescos, ha sido prohibida en muchos países por generar enfermedades. El aspartame tiene un efecto acumulativo sobre el cuerpo y ha sido relacionado con males como cáncer, mal de Parkinson, Alzheimer y diabetes.
Sustitutos de mantequilla. Los aceites de cocina refinados, así como las margarinas, son sometidos a procedimientos químicos que los despojan de todos sus nutrientes. Se les neutraliza, deodoriza, sobrecalienta para dar transparencia y finalmente se les añaden preservativos y antioxidantes. Además contienen ácidos transgrasos, peligrosos para el corazón. Preferir aceite de olivo extra virgen o aceite de sésamo.
Cereales de caja. Aunque se hagan pasar por nutritivos, la mayoría contiene grandes cantidades de azúcar, colorantes (causantes de alergias y otros males), saborizantes artificiales y otros aditivos químicos.
Si se desea cuidar la salud, conviene evitar consumir alimentos que contengan estos ingredientes. Es esencial tener presente que lo mejor para cuidar la salud es preferir siempre lo natural.